jueves, 9 de diciembre de 2010

Asomarse al mundo


Una tarea difícil: hacer que la bicicleta, esa que pesa nada más salir de casa, se esté quieta. La usa como taburete pero en realidad es el muro el que le ayuda a asomarse al mundo. Una rodilla sobre el sillín, los brazos sobre la piedra y unos ojos intrépidos miran el mar.
Una luz de las siete de la tarde edulcora el aire e inunda las nubes de un naranja rojizo con tal vez algún toque de color caramelo poco tostado en las cortezas de los árboles. El viento enfría esas mejillas rosas y esponjosas y convierte la punta de la nariz en la bombilla de Rudolf. Los rayos del sol ya no calientan y su intensidad ya no duele.

Asómate, niño, que el mar hoy ha dado tregua, que tu madre se ha despistado, que la rueda de la bicicleta tiene como tope una piedra, que la curiosidad te invade y te llama a mostrar tu cabecita por encima del muro de la ceguera infantil.

Pero no te tires, pequeño, que el golpe de la realidad es muy duro. Sigue en tu mundo de fantasía, donde lo factible es el surrealismo, donde los amigos imaginarios son como perros fieles. No digas que ya eres mayor y no te lo creas cuando tu madre te intenta chantajear. Sé un Peter Pan temporal. Aprovecha ahora que puedes de esa inocencia regalada porque luego el mundo te pedirá demasiado y llegará un momento en que no quede nada por ofrecer. Ríe y llora. Cree en lo imposible, pícate y no respires y haz lo que te salga de dentro. Espontaneidad. El primitivismo infantil en su esencia. Respira esta ingenuidad que te impregna la piel, no cierres los ojos llenos de candor. Vive estos años de completa impunidad.
Y solo asómate un ratito, que el agua no te moje o quedarás infectado ¡Corre tierra adentro!, que las mejores aventuras son aquellas en las que no sabemos el final .

Y por desgracia en la vida te dan el fin antes de que sepas por dónde vas a empezar.

martes, 30 de noviembre de 2010

Crisis


A veces soy solo en los reflejos pero me alejo y sigo aquí. Solo me veo en los espejos, miro esta máscara que tengo por cara, un rostro que transmite parte de mi interior, parte. Y aunque el resto esté dentro, en ocasiones hasta yo misma lo desconozco.


No existe el siempre ni el nunca y ese término medio que me inunda carece de virtud y no me satisface. No te conoces nada ni te conoces del todo. Triste que no pueda mirar mi cara sin un reflejo, fotografía o dibujo. Triste que esta piel sea lo primero que miren y conozcan, que yo también mire y aparentemente conozca. Es el pellejo de estos gestos y muecas, son los ojos y los labios los que conversan con el mundo.


Yo no soy piel, músculos, sangre, vísceras y huesos. Yo soy algo desconocido para el mundo, para mi mundo, para mí.


No podré saber si lo que creo que es verdad, verdad en sí misma, es verdad absoluta. No podré saber si lo que yo creo que es lo correcto, es en sí bondad absoluta.

Y no podré hasta que no me conozca de verdad.

Vuelta a la rutina

Me envuelve la rutina otra vez o visto de otro modo los recuerdos del año pasado. Hojas que parecen cereales con ese ruido crujiente y baldosas que escupen agua cuando paso con mi bici. De vuelta a las ruedas pinchadas y a las prisas para coger el bus. Vuelta a la riñas de mi madre porque no llevo zapatos buenos para la lluvia. A las manos congeladas, al pelo mojado y a las gafas empañadas con gotitas de agua en los cristales. Vuelta a los días deprimentes afrontados con sonrisas que desaparecen en cuanto te das cuentas que los exámenes de avecinan. Al estrés, a los nervios, al ansia. Otra vez me convertiré en una rata de biblioteca, prisionera de libros o estudiante de clausura. ¡Cómo me gusta el otoño!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Zombis



Si lo reconozco, tengo miedo a los zombis. Tengo horror a esos cuerpos muertos andantes. No hablan solo emiten sonidos bastante aterradores. Para mí hay varios tipos de zombis en este mundo. En una división general están los que existen de verdad y los que solo salen en las películas.
Casi todo el mundo ha pertenecido alguna vez al primer grupo, los que viven en este mundo terrenal. Tienen las características básicas: una cara demacrada y casi en estado de descomposición; ojeras bien pronunciadas; aroma a putrefacción y emisión de sonidos incomprensibles para los vivos. Más que con el nombre de zombis son conocidos como: los resacosos. Y dan miedo. Estos no comen carne humana pero vomitan varias veces, se tumban en el suelo y mienten: “Nunca más, lo juro”. Menos mal que ese estado es pasajero.
El segundo grupo, los que solo salen en las películas son todavía peores. Básicamente en el aspecto físico no cambia demasiado excepto si han sido mordidos por otros zombis les faltará alguna parte del cuerpo o un trozo de piel. En general no suelen ser muy buenos amigos y no te dan conversaciones enriquecedoras. Huelen muy mal y tienen líquidos extraños mezclados con sangre cayéndose como babas de la boca. No se lavan los dientes y tienen las uñas largas. Y lo reconozco, a mi me dan miedo.
El origen de mi fobia se remonta al año 2007. Yo feliz iba otra ve al cine a ver un película de miedo. Era de zombis. Soy leyenda con Will Smith de protagonista acompañado de un adorable pastor alemán que le acompaña en su aventura. Irónicamente los zombis que aparecen en esa película no dan tanto miedo porque no les falta ninguna parte del cuerpo (creo recordar). Pero matan al perro, bueno lo hieren y no cuento más por si alguien quiere verla. A partir de ahí les tengo pánico y es gracioso porque me encantan los orcos y su maquillaje. Yo creo sinceramente que es debido a que los zombis antes eran personas como yo y los orcos no. Los zombis contagian y te comen, los orco solo te matan(aunque según María También te comen). Y los zombis son más populares en el mundo cinematográfico.
Lo admito me asustan y me dan escalofríos pero he encontrado una solución. Veo todas y cada una de la películas y series que tengan zombis. Y creo que está funcionando porque ya no me dan tanto asco y hasta me compadezco de su causa. Es un paso, al menos es algo.

lunes, 25 de octubre de 2010

Para una zanahoria

Las gilipolleces más serias se dicen en los momentos más inesperados. Son como duendecillos saltarines, de la boca al aire, del aire a los oídos. Y sus consecuencias varían desde muecas de sorpresa hasta gestos de desprecio. Entonces, el origen del duendecillo maligno, la boca, se cierra de repente y aprieta labio contra labio, pero la gilipollez ya está dicha.
Maldito presente que ya es pasado. Maldito pasado que se queda en la memoria. Y ya de paso maldita memoria que no recuerda (a tiempo) la última vez que metiste la pata y no te avisa que lo vas a volver a hacer. .
Lo dicho culpen a la boca, al duendecillo o a la memoria.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Una rosa es una rosa


Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa
que una rosa es una rosa es una rosa...

Y cuando abrí la mano
y la dejé caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel
y con sus pétalos
me las curó mimosa
que una rosa es una rosa es una rosa...


"Una rosa es una rosa" Mecano

Los dedos tu mano sangran palabras de promesas fallidas, palabras de perdón. Respira el dolor. Y tú que pensabas que no hacía daño. Ingenuo, nadie te enseñó a soportarlo. Solo cuando caes aprendes a levantarte.

Llevas la rosa y vas quitando las espinas del tallo como si fuese un rosario. Crees que con su olor cicatrizarán las heridas pero no te das cuenta que has que entregar algo más, algo que no se compra, algo que no se ve. Pero nadie te enseñó ese secreto.

Romperán a sangrar las llemas de tus dedos. Duelen, escuencen. Cuando vuelvas a llevar una rosa ya abrás aprendido la lección con solo mirar las cicatrices de tus llemas.


viernes, 8 de octubre de 2010

Smoke your ideas


¿Cuánto pesa el humo? La película de los directores Wayne Wang y Paul Auster, Smoke (1995) me llevó a pensar en esta pregunta. El largometraje da su respuesta pero yo ofrezco la mía.
El humo pesa lo que pesan los pensamientos del que fuma, del que sostiene el cigarro. Como serpientes negras y resbaladizas en el aire se elevan desde la punta del pitillo. En esta habitación pequeña y cerrada danzan, contorsionándose. Difuminan la claridad y llenan esta sala con sus bailes desenfrenados. Son los pensamientos los que se disuelven, los que desde la punta de este cigarrillo se esparcen por la habitación afirmando su presencia en el ambiente.
Los pensamientos son el humo negro, cargan el aire, lo inundan. Hay ideas fugaces que son aquel humo que desaparece tan pronto como das la siguiente calada, son esas reflexiones que no se piensan demasiado. Pero las más importantes son las ideas arraigadas, aquellas a las que les damos vueltas y vueltas. Ésas son el humo del techo, el humo que se queda suspendido, inquieto y confuso que intenta salir pero el cuarto, como nuestra cabeza con esas ideas, lo retiene y hace que lo volvamos a respirar, que las volvamos a pensar. Esos pensamientos son el suspiro negro de mi boca, el bostezo de humo espeso de ondulas formas que nos acaricia la mejilla antes de difuminarse en el ambiente. Esas ideas, aquellas que llenan nuestras cabezas son el olor, pero no el perfume del aire que se desvanece cuando se apaga el cigarrillo sino el aroma que se queda en la ropa, en la mano, en los labios, en la memoria.
Y luego está la nicotina. Te vuelve adicto y quieres volver a fumar, necesitas volver a pensar. Pero eso es otro tema, otra cigarrillo que me haga reflexionar sobre la próxima entrada.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Disculpen

Volver a la rutina después de un increíble verano siempre cuesta y admitámoslo aunque nos pregunten qué tal la vuelta y contestemos que bien, es mentira. Pero claro, esto no es un cuento y a nadie le crece la nariz por mentir, algunos ya la tenemos demasiado grande por naturaleza. Y toda vuelta trae sus cosas buenas y otras no tan buenas. El estrés, el que no estoy en la lista de matriculados, el que no me gustan las clases por la tarde y una larga lista de quejas podrían extenderse sobre esta entrada. Pero lo primero es lo primero y para empezar antes de empezar a publicar cualquier divagación de la mente, alguna “neoparanoia” o simplemente tonterías, me gustaría disculparme. Primero porque, aunque la gente puede que no entre todos las semanas ni mucho menos, tuve ciertos problemas para abrir mi cuenta de blogger. No me aceptaba mi contraseña o más bien debería decir que no me acordaba de ella. Patético, pero cierto. Por último durante el verano no pude escribir porque siempre estaba de aquí para allá, pero guardo las experiencias para poder materializarlas en palabras.
Espero que este año sea aún más especial que el año pasado. Que la inspiración nos pille trabajando como dijo Picasso y que podamos publicarla en ZahahoriasyEspárragos.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Nunca se está lo suficientemente loco



La hierba es como una moqueta mullida y fresca que se expande por el parque como una plaga. En estos momentos te sirve de cama para echar la siesta. Te sientes parte de una sociedad troceada que comparte el gusto por un pequeña siesta después de comer. Pero no tienes sueños. Tumbado en aquel manto verde te dan ganas de hacer el ángel como recordatorio de este frío invierno. Piensas que si alguien te viera pensaría que estás loco pero te da igual porque todos, en cierto modo, estamos locos. La locura no es nada más que lo extraño, diferente de lo común pero, ¿no es la locura una manera de evadirse de lo normal? Nos extraña porque es diferente y, ¿quien te dice que lo tuyo es lo correcto? Y divagas intentando diferenciar entre los locos y los más locos que forman este mundo.
El cielo es el tope de los sueños. Desde pequeño pensaste que soñar era ir lo más arriba mejor, durante un tiempo, donde todo es posible y nada es lo suficientemente raro. Te encantan esos viajes mentales que tu no controlas. Es eso lo que los hace especiales. Intentas recordar qué has soñado esta noche pero lo único que te viene a la memoria es la sensación de relajación, como la que experimentas ahora.
El cielo está azul pero salpicado de pequeñas manchas blancas y tú no eres más que otra mancha, un loco tumbado en la hierba intentando hacer un ángel.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Es ella

Es ella quien en medio de una clase te suelta "me gustaría ahora mismo estar en una terraza italiana escuchando un concierto". Es ella en su esencia despistada y detallista, cariñosa y con determinación, generosa y abierta pero nunca lo suficientemente loca. Siempre se sorprenderá. Es ella quien se ríe y hace reír, llora y hace llorar. La manzanas verdes ácidas. Patatas fritas, huevo y chistorra. Canelones de carne. Cookies. Pinchos de tortilla. Tú y solo tú, nadie te supera. Es ella quien hace verte el lado positivo de todo, quien en una situación de estrés te enseña que hay algo más. Es ella quien se acuerda de frases ingeniosas. Es simplemente ella
Es ella quien hoy cumple 19 años, la edad "sexy". Más guapa que nunca, más ingeniosa, más espontánea, más feliz. Tu día es hoy y mañana y pasado mañana y siempre serán tus días.
Eres única María Lachiondo.

viernes, 11 de junio de 2010

Las notas que tú no escuchaste


La violinista de la calle está tocando nuestra canción. Las notas son seda en mis oídos y tu ausencia es la más áspera lija en mi corazón. Parece como si se hubiese colocado estratégicamente en frente de mi balcón para que me quede ensimismada mirándole cómo toca. La funda del instrumento en el suelo recoge un improvisado sueldo matinal y el perro acurrucado a los pies de su dueña es una fiera domada por la armonía de nuestra canción. Sí, tuya y mía. Esa que tú ya no escuchas por miedo a arrepentirte de tu marcha, esa que yo ya no escucho por miedo a que vuelvas a mis pensamientos más sentidos.


Pero toque quien la toque, donde sea, a quien sea y por lo que sea, siempre será nuestra canción.

lunes, 7 de junio de 2010

Nadie muere simplemente deja de ser leído

-¿Parezco muerta?
Se quedó en silencio unos segundos.
-Bueno, en este momento –dijo-, no estoy muerta. Pero cuando lo estoy, es como… No sé, supongo que es como estar dentro de un libro que nadie está leyendo. Sólo puedes esperar que alguien lo saque y empiece a leer.

Este es un fragmento del libro "Las cosas que llevaban los hombre que lucharon" de Tim O'Brien. En realidad estas frases no tienen nada que ver, en una vista general, con el libro.


Nadie puede describir qué es estar muerto, qué se siente, si se siente algo. Para algunos la muerte es el paso a otra vida mejor, otros creen que alcanzaránla la paz espiritual; para otros la muerte es como un favor, un castigo, algo inevitable, algo inombrable. La muerte da sentido a la vida, hace que amemos las cosas porque sabemos que algún día ya no estarán.

Pero lo que viene a decir en este fragmento es que en realidad nadie muere simplemente deja de ser leído. Un olor, una foto, un gesto, una palabra puede revivir a una persona. No se van si les recuerdas, no se van porque dejaron huella en nuestras vidas, no se van porque su nombre no se nos olvida, no se van porque por mucho que te empeñes en pasar página ellos son parte del título de tu libro.

Es en vano luchar contra ello porque es la ley de la naturaleza y algún día nos tocará descubrirla

jueves, 3 de junio de 2010

Fascinante declaración

Tras haber estado una semana en la cama he llegado a una increíble conclusión: no me gusta estar enferma. Puede que parezca estúpido y evidente y sí lo es pero como una vez dijo Paul Valery: “Sólo las preguntas estúpidas pueden enseñarnos algo y todo lo que parece evidente oculta algo que no lo es en absoluto”. Con esta fascinante declaración no quiero aminorar el dolor de otras personas ni la gravedad de otras enfermedades.
Yo no suelo caer enferma con facilidad, pensaba que tomando Actimel todos los días era inmune a los catarros, virus, bacterias y demás pero resulta que ni las L. Casei Inmunitas son invencibles. Qué decepción. Primero descubrir que Obama no está tan dispuesto a salvar el mundo y ahora esto.
El problema no fue caer enferma, el problema fue ponerme con 38'9 de fiebre justo después de los exámenes. Muchos pensarán que mejor después que no durante y sí tienen razón. Pero cuando estás un mes hasta arriba de estrés, que te parece el día se acorta cuanto tienes que hacer millones de cosas y se alarga cuando solo tienes que estudiar, cuando llevas tanto tiempo como estudiante de clausura en la biblioteca que perece que tu cara empieza a adquirir la forma de rata, lo único que quieres es que cuando todo se acabe las vacaciones hagan acto de presencia. Solo las vacaciones, no vacaciones más fiebre, más garganta irritada, más ganglios hinchados, más desgana infinita etc.
No voy a describir detalles escabrosos como los síntomas ni tampoco diré el nombre de la enferma ( entre otras razones porque ni yo ni los médicos lo saben). Hay anécdotas graciosas como hablar por teléfono con amigas cuando mi garganta parecía un cuello hinchable y mi voz la de una niña con retraso mental; o intentar desentaponarme los oídos y luego tener la intención de llamar a BP para advertirles de otra fuga de petróleo, este vez en España, concretamente en mi nariz.
Lo mejor de todo ha sido la increíble experiencia de conocer ese lado de la noche sin dormir eso sí, esta vez sin música, sin humo, sin alcohol y sin amigas pero con sudores, mocos y acompañada de un peluche que ha sufrido tanto como yo (créanme). He intentado descubrir el lado positivo y esto es todo lo que he conseguido: recibir una gran cantidad de mimos de mis padres, a veces en exceso ( yo creo que aprovechan estas ocasiones), descubrir que mi casa está llena de alfombras y dónde se encuentran los pañuelos, saber exactamente por dónde sale el sol y a qué hora, dormir la siesta sin tener que ponerte despertador y estar exenta de broncas sobre cómo de desordenado está mi cuarto.

Rendición


Mátame con ese beso que tú solo sabes. He perdido la batalla, me rindo. Pero antes acuérdate del porqué de esta guerra. Como un credo nuestra arrogancia se estancó como un muro que nos impide hablar. La vanidad se convierte en acero y pinchos que hacen de cada palabra una arma mortal. Pero ahora mi bandera blanca ondea pacífica entre tú y yo. Parece que tú no quieres verme, yo solo espero ver cómo tu orgullo se desvanece.

domingo, 2 de mayo de 2010

La cordura no conoce el "Te quiero"

Perdona, porque esta loca no sabe callarse, porque su boca es independiente a la cordura. Perdona por insultarte con la mirada y pegarte con mis gestos. Perdona por no haberte mirado a los ojos cuando me hablabas, por no haber sonreído lo suficiente; por haber idealizado demasiado. Tú te lo creías todo. Perdona si levanté la voz más de lo debido y moví los brazos como si estuviera pidiendo auxilio.

Perdona si no te digo te quiero pero estos labios tienen miedo de pronunciar las palabras. Lo siento, te amo por dentro y no creo que haga falta exteriorizarlo.

viernes, 30 de abril de 2010

La gran ovación



Es una enorme tapa negra que aplasta el ambiente que su majestuosidad. Es como si un humo negro inundase el techo y amenazase con atacar. Hoy el cielo me saca furiosas fotos y yo mojada huyo de sus aplausos. Una vez en casa me llama con ira exaltada, me silba y me ilumina como una gran faro celestial. Pero yo no hago caso y la contemplo desde mi cama con una estufa canina a mis pies.

martes, 20 de abril de 2010

Lo siento, fue culpa mía

Sí esta vez fue culpa mía y lo siento.
Todo sucedió bajando la cuesta subterránea de la plaza de los fueros. Iba tranquilamente al sol, con la bici y la predisposición a pasar otra tarde de estudio en la hemeroteca como estudiante de clausura. Entonces vi a aquella niña tan feliz enseñando el bolso a su madre y frené pero no a tiempo. Era justo después de la cuesta. Lo siento, apreté el freno que no va del todo bien y le di en la cabeza. Perdón. Esta vez fue culpa mía, lo reconozco. Me paré y le froté la cabeza como mi madre hacía conmigo cuando me daba un coscorrón pero no sirvió de nada porque ella se echó a llorar. Y yo casi lloro por dentro.
Seguramente ni ella ni su madre leerán esto pero siento que no dije suficientemente "perdón".

Lo siento de verdad, esta vez fue culpa mía.

domingo, 18 de abril de 2010

La Llamada



Time it was, and what a time it was, it was
A time of innocence, a time of confidences
Long ago, it must be, I have a photograph
Preserve your memories, they're all that's left you.


Y te crees que lo habías superado, que aquellos recuerdos estaban en un limbo entre el olvido y la realidad. En ese lugar inmaterial donde los sentimientos están en pausa y no duelen. Pero recibes esa llamada y todo aquello que creías haber dejado atrás vuelve a la velocidad de la luz y te golpea en el corazón. Duele pero no lo quieres admitir. Pero no es la llamada lo que hiere sino saber que lo más próximo que estás de esa persona es a través de un teléfono.


Delante de todo el mundo has jugado una gran papel, eres una maravillosa actriz. Pensaste que hacer como si no pasaba nada iba a solucionar las cosas, que iba a hacer que todo eso fuese más fácil. Pero, lo siento, malas noticias, te equivocaste. Y ahora te planteas si todo fue un error si aquella decisión era la correcta y te culpas.

Pero recuerdas las razones que te llevaron a hacerlo. Recuerdas el porqué de la distancia. Fuisteis los dos. Fue un pacto o por lo menos te intentas convencer de ello.


No lo admitas, di que no te duele y esa mentira te resguardará del dolor hasta que llame otra vez.


Cómo duele recordar que te había olvidado.

jueves, 15 de abril de 2010

Neoparanoias de par de mañana



Los edificios se vuelven gigantes, parecen que se inclinan hacia ti como una avalancha. Todo lo que te rodea hasta lo más insignificante se vuelve imponente y su simple presencia te achanta. El cielo se vuelve bajo, las manadas de nubes te aprisionan, el aire te comprime. Las calles se vuelven estrechas, todas las ventanas están cerradas. Te sientes vacío, incompleto, solo y con miedo. El ruido del mundo se vuelve molesto, el olor de putrefacción inunda el lugar, todas es agrio y picante. Todo tan lleno y gigante alrededor y tú tan vacío y solo.
Pero es tan fácil como cerrar los ojos. Es ta fácil como poner tu canción favorita. Ahora todo es negro, los edificios no te comprimen, el ruido no te acoquina, las calles no te presionan. Ahora todo es negro y lo único que queda de aquel mundo feroz, lo único que te mantiene en tierra es tener los pies en el suelo.

viernes, 26 de marzo de 2010

El Timbre

"El guión y luego van los géneros, los programas y la programación... el golpe es punto y aparte, y la ráfaga punto y seguido...; la entonación es el conjunto de rasgos tonales que conforman la curva melódica... esto no me lo estudio pero como caiga... me quiero ir a casa... ¡quiero vacaciones ya! ....".

¡¡RIIIING!!

"Tranquilidad, esta es una buena universidad, no va a pasar nada, seguramente haya sido algún capullo fumando en el baño. Bien, levántate y sal despacio como el resto. ¿Por qué no se mueve nadie? Bien, calma, están en estadoshock, no todos los días se sale de un edificio en llamas. Calma".

-¡Tranquilos! Todo va a ir bien- dijo de pie y en voz alta- levantaos despacio, ¡no os preocupéis de las cosas ahora lo más importante es salir del edificio!

Nadie se movía todo el mundo estaba alucinando. Todo el mundo miraba a aquella alumna que estaba de pie, buscando la salida de emergencia. Todo el mundo con los ojos bien abiertos seguían sin mover ni un músculo.

-Sé que esto puede parecer duro pero salgamos por la puerta muy despacio, sin pánico.
"Siguen en estado de shock, bien tengo que hacer algo".

Uno de los alumnos se levantó y se dirigió hacia ella y dijo:
-Son las siete menos cuarto y ese timbre es el aviso porque la hemoreteca cierra a las siete.

Ahora ella tenía una verdadera cara de alucinación.

martes, 23 de marzo de 2010

Estos ojos no lloran más por ti















Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.

A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.

Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por ti.
Joaquín Sabina



Tú que entrenabas esos lloriqueos ya no te sirven conmigo. Este corazón se ha vuelto fuerte, como el fénix tras las cenizas. Tu atractivos se han vuelto odiosos, tus curiosidades, manías. Tus ojos no sirven en las coartadas de tus engaños, los míos están secos de alegría y agrado.
Que me sigas queriendo no me desvela mis sueños. Mis ateridas sábanas celebran la despedida. Tus palabras edulcoradas ya no son más que los posos de este café amargo. Tus excusas de ida y venida parecen las falsas evasivas de una mujer que disfruta haciendo daño.



Que tus manos no toquen estas manos; que tus labios se resfríen; que tus caderas duerman sin alguien a su lado; que tu voz no perfore más oídos ni cuente chistes de los que nadie se ríe; que tus mentiras sean papeles mojados.

jueves, 18 de marzo de 2010

Pereza



La pereza es el ecologismo de las fuerzas llevado al máximo. Es la ausencia de pellizcos de realidad. La pereza es vagancia. La pereza es perder la ilusión, es dejar de preocuparse por las cosas. Es pasar horas sin hacer nada y no lamentarse de perder el tiempo. La pereza es la enfermedad de las personas sin voluntad y sin determinación. Lo síntomas: los brazos y piernas te pesan; estar sentado es el paraíso; la expresión de la cara es neutra con un toque amargo; las palabras se vuelven enemigas de la boca y las responsabilidades se convierten en condenas. La pereza es ver la felicidad y el trabajo como utopías.

lunes, 15 de marzo de 2010

El erotismo de la calada

A contraluz, tu silueta desnuda
en la ventana, fumando caladas de deseo
tus caderas finas en esta bruma
negro tu cuerpo en el erotismo del momento.

Luz perezosa se cuela por tu pelo
los rayos de sol en mi piel dibujan
las más bellas letras de un te quiero
y difuminan las intensidad más pura.

Besas el cigarrillo consumiendo todo
bebes el aire que nos rodea
echas un suspiro negro y sinuoso.
Me miras y casi creo que me deseas.

jueves, 11 de marzo de 2010

Acojonante


El ruido de los petardos excita a los hombres y acojona a la mayoría de las mujeres. Es la noche de San Juan. Hay hogueras esparcidas por la playa, son como pequeños puntos naranjas rodeados por personas hipnotizadas por la luz. El mar en su incansable acecho a las costas continúa lanzando olas, intentado alcanzar la tierra. Parece una masa negra, imponente en toda su extensión. El ruido del romper del agua contra la arena se mezclaba con los ridículos gritos femeninos y las carcajadas masculinas.

No me acuerdo si había luna llena, pero lo que sí sé es que la temperatura era la perfecta y el estado anímico del grupo, también. Era la cuarta noche que pasábamos en Salou y cada tarde llegaba la decisión crucial: ¿qué hacer?
Llegamos a la playa y nos hicimos paso entre la multitud enloquecida por el fuego y los cohetes. En un círculo nos pusimos a hablar (bueno, en realidad gritábamos porque era imposible hacerse escuchar entre tanto bullicio). En un momento dado alguien dijo:

-Estaría bien bañarse. Ahora. En el mar.

Seguidamente se escucharon las risas burlonas de las demás, excepto la mía. Dijeron que era una locura y que se les iba a correr el maquillaje y a rizar el pelo. Entre sus voces me levanté. Permanecí allí de pie un buen rato. El cielo estaba negro y yo era incapaz de ver las estrellas. Eso es muy triste. Si alguien se levanta y no puede ver la estrellas, se siente desorientado. Entonces vi el mar, color ébano, oscuro, misterioso, voraz; la plena naturaleza ante mis ojos. “Allí sí que las veré”.

Sin pensármelo, empecé a quitarme la ropa muy rápido, como si tuviese la necesidad de zambullirme en el agua cuanto antes. Corrí hacia ese inmenso gigante negro que en aquel momento me pareció una gran mandíbula con ansias de tragarme. La arena al principio estaba seca y hasta casi templada. Cuanto más me acercaba a la orilla más húmedo se volvía el suelo. El contacto con la mar hizo que un escalofrío recorriese mi cuerpo, pero no tenía frío. No paré hasta que el agua me cubrió las caderas. Sentí cómo el mar mue acariciaba. Notaba cómo las olas me abrazaban. Aquella magnitud al tacto era suave y cálida y el reflejo de la luna dejaba ver sus rugosidades. El ruido de los petardos quedaba lejos, las voces, los gritos... Yo estaba en el mar. La tierra detrás de mí seguía su vida, como si mi marcha no hubiese significado nada. Pero daba igual porque ahí estaban estáticas, fieles como cada noche, las estrellas.

Entonces la cabeza se me llenó de cosas. Me acordé de mis abuelos, de mis padres y hermanos. Imaginé todas las cosas que quería hacer ese verano, de lo que tenía planeado para el futuro. Pensé hasta en filosofía, en la religión, en la suerte que tengo de vivir. Pensé en la muerte. Aquel lío mental fue curiosamente una liberación, ahora veía las cosas claras. Y tras un breve silencio en mi cabeza, pensé en la libertad. Para mí aquello era libertad. Para mí aquello era felicidad. El mar me acunaba y el ronroneo de las olas era una nana.

Extendí los brazos y miré hacia arriba. Allí estaban las estrellas y yo era el público que las admiraba. Más tarde, me paré a pensar en aquellas personas que vieron a la luz de la luna a una joven en medio del mar, en posición de cruz y en ropa interior. Más acojonante que un petardo.

lunes, 8 de marzo de 2010

Felicidad


Sería muy patético no saber cuál es el momento más feliz de mi vida. Y esta búsqueda se está volviendo absurda y lamentable al pasar las horas y ver esta hoja en blanco.




Primero pensé en mi familia e intenté rescatar algún encuentro emotivo pero solamente fui capaz de recordar todas las desgracias que han sucedido últimamente. Después me vino a la cabeza Tersac y sí, es verdad tengo escenas maravillosas allí, pero ya pasaron y al no guardar contacto con casi nadie me pongo triste al recuperar memorias lejanas.




Luego vino la desesperación y el agobio mezclado con rabia y pereza. Y así, después de varios días de búsqueda, he decido que mi vida en mi memoria es patética o más bien yo y mi memoria somos patéticas.




Por fin tras varios intentos encontré mi momento feliz y de lo contenta que me puse pensé que iba a escrbir sobre la búsqueda de mi felicidad y el alegre encuentro de ella ( esa idea se fue enseguida de mi cabeza).




Si nos paramos a pensar : ¿Qué es realmente la felicidad? ¿es un momento? ¿es una sensación? ¿es un éxtasis efímero? Yo creo que la felicidad es muy especial para cada uno. La felicidad puede durar un segundo o una vida; puede ser solitaria o compartida; puede convertirse en una esperanza para el futuro o ser el ancla de un pasado; la felicidad son tantas cosas que se escapa de nuestras manos.




Yo espero que el momento más feliz de mi vida sea el último, los últimos momentos. Entonces después de haber hecho todo, después de haber vivido, echas la vista atrás y ves todo aquello que conseguiste. Recordaré todos aquellos momentos felices y esa misma recopilación es un momento feliz en sí mismo porque me sentiré orgullosa de lo que hize (o eso espero).


Yo no necesito grandes cosas para ser feliz, simplemente quiero vivir.

jueves, 4 de marzo de 2010

Sin sentido

















Los sentimientos huelen a marisco congelado. La soledad es una canción de blues y la felicidad es tan suave como la seda. En el trastero del alma guardo unos pocos recuerdos. El amor es el pellizco para que te despiertes. Fragancia de amargura con un toque agridulce y chino. Botellas de besos para los solteros. Un pañuelo que guarda un llanto blanco. Mi alma es un acantalido ensangretado y un imposible enamorado. Las respuestas negativas no son más que una fina niebla. Qué tú me quieras hace mis sueños más irreales. Mi manos gritan al aire, mi voz sorda se lamenta y mi nariz muda se desconsuela. Mi pies vuelan por el mar. Libros de agua y arena. Arena de este charco en la calle. Calle que me recuerda a una playa. Una playa con mi alma en su orilla.

lunes, 1 de marzo de 2010

Sin rumbo






Es de noche. Caminas por esa ciudad desconocida, entre esa gente desconocida, con una emoción desconocida. Ves a gente de lo más variopinta. Tienes contacto visual con alguien pero apartas la vista y sigues tu camino. Hombres con folletos y carteles publicitarios de cosas que no te interesan te avasallan e irrumpen en tus pensamientos. Pero continuas adelante. Todo es extraño, ni siquiera sabes si la calle por la que andas es la correcta. Igual estás yendo en dirección contraria. No importa. No te importa nada solo quieres andar. Crees estar en otro mundo, con la música a todo volumen te aislas del mundo.

Los neones brillan con fuerza, más que nunca. Empiezas a dar vueltas y los colores de los carteles luminosos se mezclan entre sí y forman un arco iris chispeante que te envuelve. La gente anda más rápido y te parece como si fueses a contra corriente, en contra del mundo. Empiezas a correr. Esquivas a las personas con ligeros saltos hacia los lados. La sangre recorre tus venas más vivazmente. La embriagadora brisa te envuelve y una mágica sensación te invade.

Sin rumbo, sin destino, sin sentido, corres por las calles de un Madrid a las puertas de la noche esperando tropezarte con alguien y tener una conversación interesante que culmine este fantástico día.

miércoles, 24 de febrero de 2010

El mercado

















El mercado es una explosión de colores, texturas y sabores. La bienvenida está marcada por el fuerte olor a pescado mezclado con la embriagadora fragancia del queso y el pan recién hecho. El mercado del Ensanche tiene forma circular, está compuesto por anillos de puestos y en el centro hay un reloj y sobre este una cúpula blanca con ventanas por donde se cuela la luz de una mañana de sábado. El mercado es un lugar donde los carteles están exentos de la gramática especialmente de las faltas de ortografía. Aquí la carencia de producto puede significar el buen negocio yel exceso de gente indica que es sábado por la mañana.
El mercado es a la vez el paraíso y el infierno para los vegetarianos. Por un lado están las verduras que llenan el lugar con sus tonos intensos y parece como si cada puesto fuese un jardín comestible. Ves las espinacas y te las imaginas cocidas con pasas y piñones. La fruta, en especial las manzanas verdes, rojas y amarillas relucen desde las cajas. Las primeras fresas anuncian la llegada de la primavera.
Por otro lado están aquellos puestos de pescado y carne. Los conejos despellejados están a 5,40, los pollos descuartizados y la sangrecilla están muy demandados así como los morros de ternera y las orejas de cerdo. No nos podemos olvidar del pescado, existen varias modalidades de exposición de las que destaco dos: o bien el animal está con cabeza pero abierto en canal o bien está decapitado pero con las tripas dentro.
El mercado es un sitio entrañable. La gente viene y va y vuelve. Las colas son desordenadas y las ancianas siempre tienen un permiso natural a colarse.

lunes, 15 de febrero de 2010

Un camino dudoso


Para. Deja de mirarme que tus ojos me vuelven cobarde. Y ya no sé qué hacer. Soy un mar de dudas, un pozo de sentimientos revueltos. La locura personificada en este cuerpo que anhela una caricia tuya. Cántame al oído, ronronea esos versos. Pero no juegues conmigo, no soy tu muñeca de trapo, no soy una bola de lana con la que te puedas dirvertir, ¿o sí?. No lo sé, me vuelven las dudas otra vez. Me invaden, me comen, me consumen. La sencilla visión de que tú y yo igual, en un futuro.. está mal, ¿o no?. No lo sé.


Pero deja de mirarme que tus ojos me hacen pensar en cosas que no debo. Tus palabras me llevan a hipótesis surrealistas. Tus gestos me hacen creer en algo imposible. Tu voz, tu voz melódica canta canciones con sentimientos imposibles.
Deja de mirarme que tus ojos me vuelven cobarde.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Caretas

Sonrisa falsa;


falsa careta,


careta triste;


si le das la vuelta.




Yo lo sabía o más bien pensaba que lo sabía. Ocultas muy bien las cosas, te pones esa máscara y me engañas, nos engañas. Haces como si estuvieses feliz, como si el mundo siguiese, pero estabas mal por dentro y te guardabas toda esa amargura en el interior.


Y ahora te abres y me cuentas cómo estás. Te descubres ante mí, como un amanecer con su gran esplendor, como el aleteo de las alas de una mariposa y yo te contemplo. Y me emociono al ver que me lo cuentas, al ver que confías en mí, al ver que ese pozo negro abre su tapa y que los primeros rayos de luz son mis palabras de consuelo. No hace falta decir muchas cosas, nos basta con darnos la mano.


A veces, hacemos como si no pasase nada. Sonreímos por fuera, lloramos por dentro. No queremos que los demás vean lo mal que nos encontramos y actuamos. Somos muy buenos actores, ocultamos la verdad tras esa careta falsa. Acumulamos la tristeza como una bomba que se hace más y más grande. Pero llega un momento en el que explotamos, en el que alguien descubre tu pozo negro. Llega un momento en el que todo este sinsentido se vuelve racional y nos desahogamos con alguien y nos sentimos comprendidos. Es en esos momentos en los que la persona a la que más quieres está ahí, y da igual que no haya conversación, a mí solo me basta saber que cuentas conmigo.

sábado, 6 de febrero de 2010

Frases de Candela y María


Estas son frases que vienen a la mente, que se crean, que nos dicen nuestros seres queridos, que leemos y que se nos quedan grabadas en la memoria; frases que nos gustan y que configuran una filosofía de vida.



CANDELA:

- Don't cry, open up your eyes and know there´s someone else out there that feels this way.

- La vida está llena de idiotas sin sueños.
- Vivir cada día como si fuera un último suspiro.
- El amor no tiene limitess. Cree sin límites, aguanta sin límites, confía sin límites, AMA sin límites.
- Life, Love and Laughter.
- Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
- Mira hacia delante, no te detengas, no te gires, no te rindas que la vida es eso, seguir adelante.
- Tengo un montón de arrugas por reír.
- Que no me da la gana pasar media vida buscando para ti esa frase que, tal vez no exista.


MARÍA:

- A good friendship is like an always too short conversation
- La vida es un gran sabor
- Experience is what you get when you don't get what you want
- Don't complain: Just work harder.
- La vida es lo que nos pasa mientras hacemos planes (John Lennon).
- EL que mucho siente, habla poco.
- Al vivir aprendo lo mucho que tengo que aprender. (ML)
- El compromiso es la mayor expresión de libertad (my mum)

- No llores porque no puedes ver el sol porque las lagrimas te impediran ver las estrellas.
- Life is not about finding yourself, it is about CREATING yourself

- En el amor, cuando un chico se echa para atrás lo hace de verdad. Una mujer lo hace para coger carrerilla.
- Si la vida no te sonríe, hazle cosquillas.
- Vuelve a levantarte: Nunca sabes cuando no tendras oportunidad de caer. (ML)
- Arquitectura: Música congelada

martes, 2 de febrero de 2010

Motas de polvo danzarinas

Las cortinas estaban medio cerradas pero quedaba un hueco por el que la luz se colaba. Un cálido rayo de sol decidió que era el momento de iluminar la penumbra de la habitación y fue poco a poco marcando las paredes, el suelo y cada objeto de aquella estancia haciéndose presente. Dibujando trazos de luz por la habitación, un naranja perezoso y un amarillo energético. Las motas de polvo a contraluz como pequeñas danzarinas en el aire emprendieron un vuelo sin rumbo. Las ventanas cerradas a cal y canto así como la puerta hacían la estancia más pequeña de lo que ya era.

Se despertó, pero no porque oyese un ruido o porque la luz que reinaba en su habitación lo molestase sino porque simplemente ya había dormido lo suficiente, saltó la alarma de su reloj interno, y en un movimiento brusco se incorporó. Primero se sentó en la cama y arqueó su espalda. No tenía ganas de poner los pies en el suelo como si aquello significase su llegada al mundo real y su partida de los sueños. Un suspiro tras un bostezo. Un movimiento de cuello tras rascarse los ojos.

Deseó que el desayuno estuviese preparado. La fruta cortada, el café caliente, las tostada con la mantequilla fundida y el periódico abierto en la página de noticias internacionales. Nada. La cocina estaba vacía y el desayuno sin poner. No olor a café ni a pan tostado. No periódicos sobre la mesa ni fruta en el plato. Nada. Pero daba igual, porque no tenía hambre.

Entonces sentado en aquella cocina desierta se dio cuenta de que estaba solo. Solo, sin nadie. Echaba de menos la compañía, las riñas sobre quién va comprar el pan y el diario, la pereza compartida de las mañanas, las quejas sobre el cansancio, el mal humor, la legañas en los ojos, en fin, la compañía. Cuando se tiene compañía se añora los ratos de soledad y en la soledad se añora la compañía. La soledad está subestimada como dijo Tom cuando Summer le deja en “500 días juntos”. “Je ne suis jamais seul, avec ma solitude” como Jacques Brel declara en la canción. Pobre soledad que nadie la quiere.

Sin desayuno, sin hambre, sin ganas, sin energía, sin compañía pero con soledad comenzaba para él un nuevo día.

lunes, 1 de febrero de 2010

Guatemala casi cielo

- Un Chai con leche normal por favor, y... un classic roll the canela.

- Ahora mismo.

Miras a tu alrededor y todo da la sensación de estar como en casa, en el salón. Los sofás y las mesas colocados en armonía, la luz de las diez de la mañana que entra por las ventanas y ese olor a café y tostadas recién hechas.

- Tenga, su Chai y su roll.

- Gracias.

Buscas con la mirada un sitio para degustar el té y el bollo. Te llama la atención una silla con el respaldo mullido que da hacia la calle. El Chai está caliente, y por el agujero de la tapa se fuga una fina y sinuosa columna de humo con olor a té negro y clavo con un delicado toque a vainilla. El roll de canela con su azúcar glass por encima invita a darle un gran bocado, pero prefieres esperar y ves por la ventana la gente pasar.

La música que escuchas acompaña a este desayuno improvisado en la calle Fuencarral. La dulce voz de Regina Spektor susurra en tu oído los versos de sus canciones y te sumerges en una melancólica bohemia, en un pozo de sentimientos. Tus ojos se han fijado en un punto en la acera y parece que no puedes dejar de mirar esa baldosa que no tiene nada de especial. Parpadeas, intentando volver a la realidad, pero estar en esta especie de salón te hace soñar en cosas inimaginables. No sabes si es el olor, el calor de la bebida entre tus manos, la música, el cálido ambiente de la cafetería o esa tranquilad de un sábado por la mañana.

El Chai se desliza suavemente por tu garganta dejando ese sabor tan característico, un toque dulzón al inicio y algo de picante al final. El bollo está esponjoso, la canela espolvoreada en su interior y el azúcar de la superficie son la perfecta combinación. Regina se despide tras declarar que ha olvidado la letra de su canción favorita dejando paso a Cat Power como compañera del desayuno. Como fondo un piano hasta que su voz un poco rota suspira la letra de su canción creando una melodía triste y declaradora de sentimientos. En un momento dado revela una pregunta clave : and who you thought I was?; y, ¿quién te pensabas que era?

Desgraciadamente ya no te queda tiempo para reflexiones filosóficas, vas a llegar tarde y no tienes excusa porque ya te has acabado el té. Decides con resignación dejar este salón y te diriges hacia la salida pero antes de enfrentarte al frío invernal ves una pizarra que dice: "Guatemala casi cielo". Es una oferta especial para aquellas personas que quieran tener un desayuno improvisado degustando el café cuyo sabor transporta a ese país sudamericano. Dejando atrás la cafetería piensas: " Starbucks casi cielo".

domingo, 24 de enero de 2010

Soles de la noche

Sales afuera para estar sola aunque en realidad te gustaría estar con él. Las luces de la ciudad te parecen astros iluminando las calles. Ves las estrellas fugaces rojas y blancas que van en parejas y se mueven veloces por el asfalto. Pides un deseo y te lo susurras a ti misma.
Cierras los ojos durante tres segundos contados y cuando los vuelves a abrir ves que también hay estrellas naranjas como focos entrecortados. Las farolas te parecen soles con sus rayos saliendo disparados hacia el vacío. Sin esperarlo, te visita una brisa que te congela las mejillas y te despeina el flequillo, pero permaneces inmóvil como una estatua más de la cuidad.
Hace frío, pero no quieres entrar. Te apoyas en la pared helada pero te gustaría que fuese él quien estuviese detrás tuyo. Te gustaría que él te calentase las manos en vez de tener que meterlas en los bolsillos. Te gustaría que te abrazase por detrás y que apoyase sus barbilla en tu hombro mientras te acuna de un lado para otro.
Pero estás sola, pasando frío y viendo cómo lo que tú pensabas que eran estrellas se convierten en los faros e intermitentes de los coches. Encoges el cuello para esconder tu boca en la bufanda. Te separas de la gélida pared y en tu camino hacia el bar piensas:
"Sería gracioso ver tu cara ahora"

jueves, 21 de enero de 2010

Exaltación del amor

Luis Cernuda es un gran poeta que en su día no fue tan reconocido como se lo merecía. La tensión entre el amor y el deseo se refleja en toda su obra.
"Si el hombre pudiera decir" es la exaltación amorosa, es el amor que sobrepasa barreras puesto en palabras, es la expresión de esa impotencia, de esas bacterias que afectan al corazón y que nos hacen vulnerables. Cernuda era un genio con las palabras. Cernuda nació enamorado.
Leed poesía porque en momentos en los que uno no sabe cómo decir lo que siente, puede acudir a ella porque es el diccionario de los sentimientos.
Estos son los últimos versos de "Si el hombre pudiera decir"

Tú justificas mi existencia
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

lunes, 18 de enero de 2010

Borracha de ti

Emborracharme de tu olor, de tu esencia. Emborracharme del roce de tu piel en la mía.
Que mi cabeza de vueltas y tú seas el centro.
Larzarme al vacío y caer en tus brazos.
Estar ebria de tus miradas y colocada por tus palabras susurradas en mis oídos.
Ser adicta a ti y no querer rehabilitación.


Nunca tendré resaca, tu eres la droga y el remedio.

domingo, 10 de enero de 2010

Humo de fresa


Besos de fresa y humo. Te sugiero que me beses pronto. El humo se desvanecerá en este aire que nos envuelve y la fresa será raptada por el roce de mis labios y una lengua ladrona de sabores.